Si ya hace tiempo que tienes un blog o una Web y envías cada cierto tiempo una newsletter a tus clientes es posible que ya tengas un alto número de suscriptores. Esto es bueno, pero no se trata tan solo de sumar correos a los que enviar tu correspondencia, sino que tienen que ser de calidad.
¿A qué nos referimos con correos de calidad? Pues a suscriptores que realmente abran la newsletter que envías y que no la pongan directamente en papelera o, peor aún, la califiquen como spam. Pero ¿por qué nos importa eso? Si la reciben y no la leen, ¿no es asunto tan solo del receptor? Lo cierto es que nos importa y mucho. Los servidores de correo más importantes como Gmail, el cual pertenece a Google, tienen programas que detectan si los correos que enviamos no se abren. En este caso, podrían calificar nuestros envíos como poco interesantes, lo que afectaría nuestra fama en el buscador. Pero sería si nos ponen directamente en la lista de spam, pues un alto número envíos calificados como spam por el receptor podrían hacer que, directamente, fuésemos penalizados. ¿Cómo evitar estos problemas?Para evitar este tipo de problemas existen herramientas que se encargan de analizar los envíos que realizamos y el trato de estos envíos reciben una vez que llegan al buzón del suscriptor. Mailrelay es uno de los mejores programas para enviar correos de forma masiva y cuenta con una de las herramientas más avanzadas para saber qué ocurre con los correos que enviamos. Esta herramienta se llama smartdelivery y se trata de un sofisticado algoritmo capaz de decirnos cuándo están enviando nuestros correos a spam y cuándo, directamente, no se abren. Cada cierto tiempo debemos de realizar un análisis de nuestro correo y borrar de la lista de envíos a todos aquellos clientes que nos han metido en la lista de spam y que, por tanto, no están interesados en recibir correspondencia. Esto, aunque reduzca nuestra base de datos, no es ni mucho menos un paso atrás. Más bien es todo un avance porque nos estaremos asegurando que quién recibe el correo está realmente interesado en su contenido. Newsletter que no se abrenEn el caso de las newsletters que no van a parar al spam pero que no se abren, el tratamiento puede ser diferente. Si es un número pequeño de suscriptores los que no abren el correo podemos darles un tiempo prudencial y si tras ese tiempo siguen sin abrirlo, borrarlos de la lista antes de que acaben poniéndonos en spam o nos afecten a las estadísticas. Pero si el número de suscriptores que no abren el correo es elevado, esto nos tiene que hacer pensar que quizás estemos haciendo algo mal y que nuestros correos no están resultando interesantes a un algo número de suscriptores. Podrían intentarse nuevas tácticas, como por ejemplo intentar títulos más atractivos para nuestros correos. O enviar mensajes más cortos, pero con un mejor contenido y una imagen más atractivas.
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7/2/2023 09:37:06 am
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