Si te has animado a montar una tienda física en la que vendes aparatos de tecnología y tienes también una tienda online que ya funciona, puedes hacer que ambas funcionen apoyándose la una en la otra. Normalmente, la página Web que ya está funcionando tiene más posibilidades de ser un gran éxito, pero la tienda física, si se sabe llevar bien, también puede ser muy rentable.
Aquí te mostramos algunos trucos para conseguir que los clientes se animen más a entrar en tu tienda física y comprar lo que ofreces. 1) Usa tu Web para promocionar tu tienda física. A través de la Web puedes promocionar tu tienda física no solo de modo directo, también de manera más indirecta. Crea un blog en el que hables de temas de tecnología y publica fotos de tu tienda que te parezcan bastante llamativas. También ofrece cierto protagonismo a las personas que van a estar de cara al público, seas tú u otras, para que los que visiten la Web comiencen a desarrollar una cierta simpatía por la gente que se pueden encontrar en la tienda. 2) Realiza promociones específicas online y otras específicas físicas. Muchas veces se realizan las mismas promociones para las compras online que para las físicas y claro, la gente no acude a una tienda física si puede conseguir lo mismo sin moverse de casa. Ofrece ventajas especiales y promociones en la tienda física y otras para la tienda online. Puedes usar tarjetas de puntos o quizás organizar charlas y presentaciones de productos con regalos para los asistentes. 3) Tu escaparate debe de ser original. Tienes que tener un escaparate llamativo, con aparatos que reclamen la atención de todos los que pasen junto al mismo. No dudes en utilizar juguetes tecnológicos aunque no sean tu principal campo de ventas. El escaparate en sí mismo también debe de ser de calidad, siempre debes de utilizar un cristal bueno que permita ver bien todo lo que hay expuesto y que no tenga rotos ni desperfectos, ya que estos darían muy mala imagen al establecimiento. 4) Tienes que saber de qué hablas. Por supuesto, esto es básico. Cuando el cliente entra por la puerta tiene que tener la completa seguridad de que tú o la persona que está al frente, sabe muy bien de lo que está hablando y tiene un conocimiento total de todo lo que se vende en la tienda.
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